8 Costureras
En esta exposición hay 8 costureras esenciales: las 8 mujeres cuyas vivencias de violencia sexual se muestran a través de la ropa que llevaban el día que fueron agredidas, tejida junto a los detalles de lo que vivieron. Seis de estas mujeres ofrecieron su relato para la exposición; los otros restantes fueron reconstruidos a partir de información de casos reales publicados en prensa.
La recogida testimonial de nuestras seis patronistas y costureras se llevó a cabo en un entorno de acompañamiento emocional, garantizando en cada momento el bienestar y la seguridad de cada una de ellas. Todas tuvieron acceso a un sostén terapéutico a lo largo del proceso creativo y han sido parte activa desde el inicio hasta la finalización del montaje. La ropa que se expone es una recreación de la que vestían el día que sufrieron la agresión sexual. Los relatos que acompañan las prendas son sus relatos íntimos, las memorias verbales desde las que codifican la experiencia extrema que les tocó vivir. Otras mujeres han prestado su voz para contarlas en los audios disponibles a través de los códigos QR que se encuentran situados junto a cada prenda, respetando así la privacidad de todas nuestras protagonistas. Todas han participado activamente en la creación de este espacio que recoge y simboliza sus experiencias personales de sanación.
Estas historias, como los hilos de una costura compleja, nos ofrecen la realidad concreta y encarnada de los patrones de violencia sexual, reflejando así las innumerables formas en las que la cultura de la violación se materializa. En ellas hay dolor, nudos, duelos, curvas intermitentes, espirales, laberintos y, sobre todo, un destino común: la salida del daño que las violencias provocan, la luz al final del túnel, la reparación.